Son muchas las personas que padecen epilepsia, así como todo el conjunto de problemas, en este caso orales, devenidos de este mal, por las terapias farmacológicas utilizadas para combatirlo.

Esta condición hace que los pacientes con Epilepsia sean pacientes con condiciones especiales que requieren de un tratamiento y abordaje odontológico concreto. Depende del conocimiento y manejo del profesional, el cual ha de estar bien capacitado para evitar complicaciones durante las sesiones clínicas.

La epilepsia es la patología neurológica más frecuente afectando a unos 50 millones de personas en todo el mundo, predominando en la infancia y la tercera edad.

La causa de este mal puede ser idiopático, (desconocido), no se sabe por qué sucede, pero está altamente ligado a la herencia. Pueden darse causas secundarias, ya sea por causas genéticas o problemas del desarrollo. Estas suelen aparecer durante la infancia con frecuencia. También otras causas pueden ser traumatismos, problemas orgánicos severos, malformaciones, anomalías metabólicas, tumores…

Podemos definir la Epilepsia, como una descarga neuronal excesiva de un conjunto de neuronas, cuya actividad se vuelve frenética, siendo el signo clínico principal las convulsiones.

Se determinan tres estatus o tipos de epilepsia:

  • Crisis parciales o focales. Son aquellas que afectan a una zona concreta del cerebro, cuya clínica cursa con sudoración, náuseas, enrojecimiento cutáneo También contracción de una parte de la musculatura corporal, dilatación de pupilas con o sin pérdida de la consciencia.
  • Crisis totales. Son descargas neuronales que comprometen a todo o casi todo el cerebro. Cursan con pérdida de conocimiento, contracción muscular generalizada, seguidas de un estado de relajación y somnolencia.
  • Ausencias, pérdida brusca de la actividad consciente, que puede durar desde instantes haciéndose imperceptible hasta minutos.

El éxito del manejo y tratamiento odontológico radica en el conocimiento del tipo de epilepsia que presenta el paciente, así como el conocimiento de todos aquellos estímulos que pueden desencadenar la crisis epiléptica. Estos factores desencadenantes de las crisis pueden ser muy variados encontrándose algunos como:

  • Supresión de tratamiento antiepiléptico.
  • Estrés, miedo o ansiedad por tratamiento dental.
  • Privación de sueño.
  • Alteraciones metabólicas.
  • Ruidos.
  • Deshidratación.
  • Aplicación de fármacos.
  • Presencia de estímulos como ruidos o luces intermitentes o muy potentes.
  • Procesos infecciosos.
  • Ciclo menstrual.

Es por ello que se debe prestar importancia a la historia clínica, recabar bien la información, realizar interconsulta con neurólogo si fuera necesario. Además se debe posponer las sesiones clínicas a los periodos de estabilidad, lejos de las crisis epilépticas.

Los principales problemas orales, devenidos de la epilepsia son la hiperplasia gingival, (crecimiento excesivo de las encías), y la xerostomía, (disminución del flujo salival considerado normal).

La hipertrofia o crecimiento gingival es el principal problema de personas epilépticas. Sobre todo de aquellas que toman fenitoína, lo que supone el 50% de los pacientes epilépticos. La expresión de la hiperplasia cursa con un agrandamiento de la encía, invadiendo esta parte o toda la corona clínica del diente lo que genera múltiples trastornos. Puede darse:

  • La aparición de caries por deficiencia en la higiene normal dado que no pueden higienizarse bajo la encía.
  • Infecciones de todo tipo.
  • Periodontales y dentales.
  • Problemas deglutorios.
  • Problemas fonadores.
  • Halitosis…

En estos casos la solución pasa por la remisión al neurólogo o facultativo que ha colocado el tratamiento de hidantoínas. Con esto se ve si es posible ajustar el tratamiento farmacológico por otro. En estos casos en los que es viable esta opción, la hipertrofia gingival desaparece con frecuencia. Se deja así al descubierto secuelas como caries, o placa, así como sarro que han de ser tratados. Existen algunos casos en los que el reemplazo farmacológico no es suficiente o no es posible. En estos pacientes el tratamiento es quirúrgico ya que pasa por la realización de gingivectomías o gingivoplástias, (recorte de encía hipertrofiada). También el posterior raspado y alisado radicular junto con higiene y tratamiento de problemas coexistentes.

En el caso de la xerostomía el tratamiento pasa por la interconsulta con facultativo para ver si puede corregirse y ajustar medicación que corrija el déficit salival. Además como técnica de prevención están:

  • El aumento de la ingesta de agua o líquidos.
  • Uso de geles lubricantes.
  • Uso de fármacos que actúen sobre parénquima glandular promoviendo el aumento del flujo salival. 

Se debe corregir las secuelas devenidas de la xerostomía como la aparición de infecciones por cándidas o infecciones dento gingivales.

El mejor manejo dental en estos casos es la prevención y esta pasa por aumentar las visitas al odontólogo. Además de debe aumentar la higiene y el número de cepillados dentales. Desde SJD Dentista te invitamos a que nos visites para ayudarte a corregir los problemas orales devenidos de esta mal, así que si conoces a alguien o tú mismo estas ante esta situación anímate y visítanos.

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