Un absceso dental, o flemón, es el cúmulo de pus en torno a una pieza dental concreta.

Puede afectar a estructuras óseas, dentales o tejidos blandos próximos al diente afecto. Esto se da como resultado de una infección cariogénica no tratada, de una fisura o fractura dental, de un traumatismo o de un trastorno periodontal.

El diagnóstico de este tipo de procesos suele darse mediante la exploración clínica y radiológica. En ella se determina la procedencia del evento, así como el alcance del mismo. Los síntomas que puede percibir un paciente son muy variados.

Un absceso dental puede ser totalmente asintomáticas, hasta provocar dolor intenso y agudo tanto en reposo como durante la masticación.  Además  puede presentarse:

  • Dolor a la presión.
  • Inflamación y /o tumefacción de la zona circundante.
  • Hipersensibilidad al frio y al calor.

En los casos más complejos

  • fiebre.
  • Induración de estructuras cercanas.
  • Afectación de funciones propias. 
  • Mal estar generalizado.
  • Sepsis y detrimento de las funciones vitales propias.

En algunas ocasiones, podemos percibir esta infección en forma de fístula. Se puede apreciar una zona abultada de color blanquecino (rojo en la zona gingival cercana a la pieza patológica en cuestión). Esta aparece y desaparece durante largo tiempo, pudiendo tener un curso doloroso. Esto puede indicarnos la presencia de alguna infección de dientes próximos, de los cuales no hemos llegado a percatarnos. Dada la ausencia de sintomatología dolorosa, es habitual que sea producto de una degradación nervioso-pulpar a consecuencia de un trauma. Puede ser también porque se trate de una sobre infección dental bajo una corona o restauración, la cual no podemos ver. Hay que tener en cuenta que esto es solo detectable a la exploración radiológica.

Estos procesos son muy dolorosos y ponen a muchos pacientes en situaciones de dolor extremo. Por ello, es importante que no lo dejes pasar nunca, dado que lamentablemente puede progresar a procesos sistémicos que pueden poner en riesgo tu salud.

El tratamiento de este tipo de lesiones ha de ser muy precoz.

Puede variar desde el tratamiento de conductos de la pieza, con tratamiento de la caries, hasta cirugías de mantenimiento apical o exodoncia y legrado de la zona, en el peor de los casos. Además es necesaria la terapia antibiótica que contenga la infección.

Si te encuentras ante esta situación o sospechas que tienes alguna caries que no has tratado adecuadamente, acude a nuestras clínicas. Desde SJD Dentistas te invitamos a que acudas a realizarte un chequeo. Con él, podemos evitar llegar a estas incomodas y dolorosas situaciones, mejorando además tu calidad de vida.

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